La Apitoxina es el veneno segregado por las obreras de varias especies de abejas, usado por ellas, como medio de defensa contra predadores y para el combate entre abejas.

La  sustancia principal que se utiliza en el medicamento se produce en las abejas, en sus dos glándulas en donde se acumula la sustancia en un saco, formando parte de su aparato defensivo. Cuando la abeja pica queda atrapada y tras liberarse se desprende el saco con el veneno.

La Apitoxina se usa hace mucho tiempo en el ser humano como forma de tratar el dolor, mediante la picadura de la abeja directamente en la zona en sufrimiento. Pero en el siglo  XX, en Alemania se dio a conocer una ampolla de Apitoxina usada en las personas. Esta se obtenía extirpando el aguijón y luego se destruía, se mezclaba con suero y se filtraba.

Para los años siguientes, en 1980, se colocaba a las abejas en un sistema de estimulación eléctrica, en donde las abejas aguijoneaban un vidrio, el veneno allí depositado se raspaba. De esta forma se obtiene actualmente. Durante miles de años los beneficios medicinales del veneno de abeja se ha propagado por el mundo, aunque sus efectos medicinales todavía no se han probado científicamente.

Su efecto si ha sido comprobado por quienes los usan desde tiempos remotos aparentemente desde el antiguo Egipto y se reporta en la historia de Europa y Asia. Carlomagno e Iván el Terrible lo usaban para tratar dolencias en las articulaciones, es decir, usaban el veneno de abeja.

En 1860, una publicación de un estudio clínico llevado a cabo en Europa sobre los efectos del veneno de abeja en el reumatismo, hizo que el interés en el tratamiento con veneno de abeja haya disminuido y aumentado a la vez. Pero lo tiempos cambian y en estos años recientes, con el incremento del uso de las medicinas naturales, ha crecido también  el interés en el valor terapéutico del veneno de abeja.

Sin embargo, no existen estudios que den validez a su efectividad peor a la vez un ensayo clínico de 2005 sí mostró que el veneno de abeja podría ser efectivo en el tratamiento de la artritis. Lo que hace contradictorio en creer o no creer pero lo cierto que si se han obtenido beneficios en al aplicación del veneno de abejas en una que otra dolencia.

El Apitox, veneno de abejas es un medicamento homeopático cuya base es Apitoxina o veneno de abejas, el cual es anti inflamatorio y calmante muy potente, recomendado para todo proceso inflamatorio  y de dolor, sobre todo en las articulaciones, tendones, músculos.

Se pretende que el veneno de abeja sea útil para tratar las siguientes afecciones:

• Artritis.
• Lesiones crónicas tales como bursitis y tendinitis
• Padecimientos cardiovasculares como hipertensión
• Padecimientos pulmonares como asma
• Extracción de tejido cicatrizante
• Padecimientos de la piel como eccema
• Pérdida del cabello
• Curación ósea
• Síndrome premenstrual (SPM)

El número de componentes del veneno de abeja que se ha identificado y estudiado incluye lo siguiente:

• Melitina: La sustancia más prevalente en el veneno de abeja, ayuda a inducir la curación a través de sus efectos antiinflamatorios.

• Adolapina: tiene efectos tanto antiinflamatorios como analgésicos (bloqueadores de dolor).

• Apamina: Esta sustancia podría mejorar la transmisión nerviosa.

En la antigüedad antes de las jeringas fuese inventadas, el veneno de abeja era aplicado directamente con las abejas vivas, aunque no lo creas, hay lugares en donde aún se hace a la antigua, una persona es la encargada de sujetar a la abeja con unas pinzas y colocarla sobre la parte del cuerpo afectado de la persona, donde la abeja pica por reflejo.

El tratamiento podía incluir unas dos a tres picaduras durante un transcurso de cinco o más sesiones, hasta cinco picaduras de hasta tres veces por semana durante el transcurso de un número de meses.

El Apitox cuenta con la siguiente composición:

• Agua.
• Alcohol desnaturalizado.
• Propilenglicol.
• Mentol.
• Glicerina.
• Eucaliptol.
• Salicilato de metilo.
• Perfume (fragancia).
• Extracto de raíz de Harpagophytum procumbens.
• Glucosamina clorhidrato.
• Alantoína.
• Extracto de miel.
• Veneno de abeja.
• Lanolina.
• Condroitina sulfato de sodio.
• Carbómero.
• Triglicérido caprílico / cáprico.
• Éster peg-8 ácido C12-20.
• Cetearil etilhexanoato.
• Cetil fosfato de potasio.
• Trietanolamina.
• Bht.
• Gluconolactona.
• Tropolona.
• Benzoato de sodio.
• Sorbato de potasio.
• Caprilil glicol.
• Gluconato de calcio hexaconato.
• D-Limoneno.
• Eugenol.

Su uso es externo y se aplica el producto sobre la zona afectada junto a un ligero masaje para favorecer la absorción del mismo, se indica para aliviar dolor muscular, contracturas, esguinces, músculos doloridos, y todo tipo de afecciones musculares.

• Se debe mantener alejado de los ojos, mucosas y piel irritada o con heridas.
• Mantener fuera del alcance de los niños.
• Lavar las manos después de cada aplicación.
• No ingerir.
• No usar en caso de ser alérgico a las picaduras de abeja o a productos derivados de la abeja.

En países como chile el Apitox viene en crema, capsulas, gel y parches y en solamente en crema (sobres y envase)

El veneno de abejas se usas desde tiempos muy remotos en la medicina alternativa, solo que no se había tomado en cuentas los beneficios de su utilización con seriedad. Pero actualmente las personas están retomando el uso del mismo, en sus presentaciones comercializadas en este caso Apitox, veneno de abeja.

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